Por otra parte, las fuerzas del Ejército, combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá y fuerzas de los comités populares confiscaron el jueves un gran número de armas y equipos militares de los soldados saudíes durante las operaciones en la frontera entre Yemen y Arabia Saudí.
Además las fuerzas yemeníes destruyeron dos tanques saudíes en la base militar saudí en Al-Yalah, en la ciudad de Nayrán, sita en el sur de Arabi Saudí.
Los yemeníes van ganando terreno ante los terroristas mientras Arabia Saudí sigue bombardeando diversas partes de Yemen.
Tres personas murieron y varias resultaron heridas el jueves en un nuevo ataque contra un hospital público en la provincia occidental de Dhamar, sita en el sur de Saná, capital de Yemen. También fue bombardeada varias veces una universidad en la ciudad homónima de Dhamar.
Asimismo, los cazas saudíes atacaron en la misma jornada del jueves a la región de Bani Sayah, en la provincia de Saada, noroeste de Yemen, donde dejaron seis civiles muertos.
Los aviones de combate saudíes también atacaron posiciones de Ansarolá y del Ejército yemení en dos distritos en la ciudad sureña de Adén.
Esto se produjo un día después de que el presidente del Consejo Supremo Revolucionario de Yemen, Mohamad Ali al-Houthi, declarara la disposición de Ansarolá de participar en diálogos de paz previstos para el próximo 14 de junio, en la ciudad suiza de Ginebra.
Por su parte una fuente cercana al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, informó de que el expresidente ha aceptado viajar a Ginebra para dialogar con Ansarolá, bajo la supervisión de las Naciones Unidas.
En respuesta a las agresiones saudíes lanzadas desde el pasado 26 de marzo, Ansarolá y otras facciones políticas en Yemen acordaron la formación de un consejo militar para defender el país.
El régimen de Al Saud, pese a recurrir a todo tipo de medidas, incluido el uso de armas prohibidas en sus ataques a Yemen, nunca ha logrado ninguno de sus objetivos principales, es decir, restaurar en el poder al fugitivo expresidente y eliminar al movimiento popular.
Las incursiones aéreas del régimen de Al Saud contra territorio yemení, que han recibido duras críticas regionales e internacionales, según denuncia la fundación estadounidense pro derechos humanos Freedom House, ha dejado unos 3979 civiles muertos y más de 6000 heridos.
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