Por medio de un comunicado, el CICR ha lamentado la grave escasez de artículos de primera necesidad, especialmente alimentos y combustible, y ha señalado que las restricciones a las importaciones han empeorado la situación en este país árabe.
Además, según sus funcionarios, a raíz de tales bombardeos, todo el equipo quirúrgico del CICR, el personal local y los pacientes han tenido que ser evacuados del hospital Al-Yamhuria de la ciudad meridional de Adén, en el sur del país.
"Los hospitales no deben ser, en ningún caso, blanco de ataques o ser usados para fines bélicos", ha calificado Cedric Schweizer, el jefe de la delegación del CICR en Yemen.
Asimismo, el CICR ha apuntado que, en la capitalina Saná y en otras ciudades del país, a diario, hay colas en las estaciones por la falta de gasolina, que se suman a los cortes de agua y electricidad.
La intervención militar saudí, que comenzó el pasado 26 de marzo, ha provocado caos y, además de hacer retroceder unos cien años la situación económica y humanitaria de Yemen, ha ayudado a Al-Qaeda, enemigo de Ansarolá, a aumentar su presencia en el país más pobre del mundo árabe.
El pasado 22 de abril, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, expresó su preocupación por la continuación de los bombardeos del régimen saudí, un día después de que Riad anunció el fin.
Hasta el momento, al menos 3512 personas han muerto y otras 6189 han resultado heridas en ataques saudíes, según un instituto pro derechos humanos en Yemen.
mpv/ybm/kaa