El senador Fraser Anning se ha enfrentado hoy sábado a puñetazos con un joven de 17 años que le acababa de propinar un huevazo durante una comparecencia ante los medios.
El joven que acaba de ser puesto en libertad por la Policía del estado de Victoria, en Melbourne, se le acercó a Anning y le arrojó el huevo para expresar su disgusto por los comentarios racistas hechos la víspera por el senador australiano. Anning, inmediatamente, le propinó un bofetón y ambos se enzarzaron en un altercado.
Anning, senador por Queensland, suscitó condenas y críticas en diferentes países al culpar a los musulmanes por la matanza de 49 fieles en los ataques brutales ocurridos el viernes contra dos mezquitas en Christchurch (Nueva Zelanda).
Los disparos en Christchurch ponen de relieve el temor creciente dentro de nuestra comunidad, tanto en Australia como en Nueva Zelanda, por la creciente presencia musulmana”, declaró el senador australiano, Fraser Anning, en reacción a los ataques a dos mezquitas perpetrados el viernes por un supremacista blanco de origen australiano.
“Los disparos en Christchurch ponen de relieve el temor creciente dentro de nuestra comunidad, tanto en Australia como en Nueva Zelanda, por la creciente presencia musulmana”, declaró el senador en reacción a los ataques perpetrados por un supremacista blanco de origen australiano.
En uno de los discursos más divisorios visto en el Parlamento australiano desde 1996, cuando la política de extrema derecha Pauline Hanson declaró que Australia estaba siendo inundada por los asiáticos, Anning pidió el año pasado una votación nacional sobre si prohibir la migración musulmana.
Anning señaló entonces que los musulmanes eran responsables de los actos de terrorismo y crimen y que dependían del estado de bienestar.
Los musulmanes representan menos del tres por ciento de la población de Australia, según los datos del censo. En medio de la indignación nacional, el entonces primer ministro, Malcolm Turnbull, condenó rápidamente las declaraciones de Anning.
“Rechazamos, condenamos el racismo en cualquier forma, y los comentarios del senador Anning son justamente condenados y rechazados por todos nosotros”, afirmó entonces Turnbull en el Parlamento australiano.
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