La jornada electoral en Francia finalizó con una victoria parcial del candidato independiente Emmanuel Macron, quien tendrá que disputar la presidencia el 7 de mayo con la ultraderechista Marine Le Pen en el balotaje.
El apoyo al aspirante centrista ha crecido tras la primera ronda de la elecciones, tanto dentro como fuera del país; desde el presidente saliente François Hollande, y el derrotado candidato conservador François Fillon, hasta la Unión Europea (UE).
Sin embargo, el apoyo de Hollande podría perjudicar a Macron, ya que el 70 % de los galos desaprueban el desempeño del actual mandatario. Aunque, los opositores a Le Pen no cesan las protestas en su contra.
Pero pese a la ola anti-Le Pen, la candidata de la extrema derecha parece firme y no se da por vencido. Su nueva estrategia ha sido renunciar a su cargo de presidenta del partido Frente Nacional (FN), según ella, para estar por encima de consideraciones partidistas.
Pero su rival, del movimiento "En Marcha", parece más tranquilo. No ofreció ni discursos, ni entrevistas y solo conmemoró el 102º aniversario del genocidio de los armenios por el Imperio otomano. La razón de esa tranquilidad quizá son las recientes encuestas, que lo apuntan como ganador del balotaje, con una diferencia de 20 puntos porcentuales sobre Le Pen.
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