El miércoles, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) sostuvo una reunión de “Fórmula Arria” —se refiere a encuentros informales de los miembros del organismo con agentes externos al mismo, implicados en un conflicto— convocada por EE.UU. y Albania bajo el título de “Protestas en curso en Irán”, para abordar los recientes disturbios que vive el país persa después de la muerte de la joven iraní Mahsa Amini bajo custodia policial.
Al respecto, en una entrevista mantenida la misma jornada con la agencia de noticias iraní IRNA, el embajador alterno de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Joaquín Pérez Ayestarán, enfatizó que celebrar tal reunión es una flagrante violación de la Carta de la ONU.
Asimismo, explicó que Venezuela, como el coordinador del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU y en nombre de otros 20 países, propuso leer su comunicado con el objetivo de rechazar el abuso del Consejo de Seguridad y sus injerencias en los asuntos internos de Irán, que es un Estado soberano y miembro pleno del organismo.
Sin embargo, según el embajador venezolano, no dejaron que el país sudamericano leyera el comunicado, aunque había suficiente tiempo para que muchos de los países participantes ofrecieran sus opiniones.
“Esto es una demostración obvia que tal evento [antiraní] fue ni más ni menos que una propaganda”, puso de relieve.
Por lo tanto, hizo hincapié en que Venezuela se opone a la intervención en los asuntos internos de cualquier estado soberano, “lo que está en contradicción patente con los propósitos y principios de la Carta de la ONU y el multilateralismo”, agregó.
Además de Venezuela, países como Rusia y China condenaron la reunión. En esta cita, el representante de la delegación rusa, Dmitry Vorobyov, dijo que “el verdadero objetivo de la reunión no era otro que el “ataque político contra Irán”.
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