Pero, ahora insiste en “restaurar la democracia” en Venezuela, llamándole “dictador” al presidente democráticamente elegido Nicolás Maduro y busca reemplazarlo por Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) venezolana —en desacato desde 2016— quien se autoproclamó “presidente encargado” del país con el apoyo de EE.UU.
Maduro ha explicado porque a Trump de repente le importa la democracia en Venezuela: de hecho, no ha cambiado de postura, solo está intentando seguir a su objetivo principal que es hacerse con el dinero de Venezuela, sus riquezas, gas natural y otros recursos del país suramericano.
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