“He venido a estampar la primera firma de una gran campaña que va rumbo a los 10 millones de voluntades”, ha dicho Maduro.
“He venido a estampar la primera firma de una gran campaña que va rumbo a los 10 millones de voluntades”, ha dicho Maduro ante miles de trabajadores petroleros y de energía eléctrica en la plaza Bolívar, en el centro de la capital venezolana, Caracas, al recibir la multitudinaria movilización de trabajadores petroleros y de energía eléctrica.
La carta que portará las firmas, cuya recolección empezará a partir de este jueves, será enviada al presidente estadounidense, Barack Obama, a fin de pedirle que derogue el decreto y que no considere a Venezuela como una amenaza.
“Nosotros no tenemos oposición, tenemos una derecha de rodillas a EE.UU.”, ha aseverado el jefe de Estado venezolano, que lidera la campaña llamada “¡Obama deroga el decreto Ya!”.
Con el fin de recoger las rúbricas, Maduro ha ordenado la instalación de comandos tanto en todas las ciudades venezolanas como en otros países del mundo.
Todo esto empezó cuando Obama ordenó el pasado 9 de marzo una nueva tanda de sanciones contra funcionarios venezolanos del sector militar, policial y judicial, y declaró a Caracas “una amenaza” para la seguridad nacional de EE.UU.
Mientras tanto, las autoridades de diferentes países han repudiado enérgicamente la iniciativa estadounidense y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), además de condenar tal medida de Washington, exigió el martes su pronta derogación.
El origen de esta discrepancia se halla en las manifestaciones antigubernamentales realizadas en febrero de 2014 en Venezuela, las cuales, según el presidente venezolano, son producto de la ultraderecha respaldada por el extranjero, en particular Estados Unidos, y buscan propiciar un golpe de Estado contra su legítimo Gobierno.
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