El martes, unos grupos de manifestantes marcharon por las calles de Ankara, la capital, así como en otras ciudades del país como Estambul y Esmirna, entre otras y corearon “Gobierno, dimisión”, dirigiéndose al mandatario y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco).
La policía dispersó con gas lacrimógeno una protesta de los estudiantes de la universidad ODTÜ en la capital, deteniendo a una persona, señalaron los participantes en las redes sociales.
La lira perdió el martes un 11 % de su valor, y este miércoles ha perdido otros 3 %, por lo tanto, la moneda turca se ha depreciado de 0,1 a 0,078 dólares en una semana, y un 40 % este año. La inflación anual se aproxima al 20 %.
Zamlarınızı da, yalanlarınızı da tanımıyoruz! Ekmeğimize, çocuklarımızın geleceğine sahip çıkacağız!
— TKP (@tkpninsesi) November 23, 2021
Pahalılığa karşı ayağa kalk! #Ankara #hükümetistifa pic.twitter.com/nT0UEnosvq
Ante tal coyuntura, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha defendido la política monetaria de su Gobierno, afirmando que no entrará en “el juego de aquellos [que opinan] sobre la moneda, las tasas de interés y las subidas de precios”, sino que procederá con su propio plan económico.
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