Según el diario, el proyecto de ley, que ha sido elaborado por monjes budistas, había sido aprobado el mes pasado por el Parlamento.
El Gobierno birmano sostiene que la ley tiene por objeto reducir la tasa de mortalidad entre las madres y los niños.
Sin embargo, los activistas de los derechos humanos sostienen que la ley viola los derechos de la mujer a decidir libremente sobre el nacimiento de sus hijos.

Asimismo, algunos activistas afirman que la ley está dirigida a reducir la población entre los grupos marginales, en concreto, los musulmanes rohingyas.
Desde el año 2012, los rohingyas que viven en Myanmar son blanco de constantes ataques de budistas extremistas, caso que ha provocado la huida masiva de esta comunidad de este país. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera, de hecho, que es la minoría “más oprimida” del mundo.
A principios del mes, un grupo de los investigadores estadounidenses sostuvo que la comunidad musulmana de los rohingyas se enfrenta a una grave situación humanitaria, alertando de un posible genocidio allí.
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