Los primeros diez días del primer mes del calendario islámico, los chiíes se visten de negro y acuden a los rituales de conmemoración del levantamiento de Karbala, liderado por el Imam Husein y sus 72 compañeros fieles hace casi 1400 años.
Siglos tras siglos, no se olvida lo ocurrido en la llanura de Karbala, lugar que se tiñó con la sangre de los héroes de la resistencia: murieron por la verdad.
Imam Husein sacrificó su vida para reavivar el Islam en una batalla ante los enemigos que buscaban desviar el legado del último mensajero de Dios.
Los fieles a los ideales del Imam Husein aprovechan estos días para renovarse, purificarse y mantener vivos los valores no solo religiosos, sino humanos.
El levantamiento de Karbala, aunque se llevó a cabo en una batalla desigual, terminó en una victoria eterna para el Imam Husein y sus compañeros, porque buscaban defender la razón y la justicia frente a la falsedad y la opresión. La luz que encendieron jamás se apagará.
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