Publicada: miércoles, 17 de julio de 2024 3:10
Actualizada: miércoles, 17 de julio de 2024 10:09

Puede que no sea una exageración llamar a Gaza la actual Karbala. El levantamiento del Imam Husein (P) contra el corrupto gobernante omeya Yazid ibn Muawiya en las llanuras desérticas de Karbala siempre tendrá relevancia.

Por: Seyed Zafar Mehdi *

“Cada lugar es Karbala y cada día es Ashura” puede parecer un cliché, pero tiene un subtexto profundo y poderoso que conecta los puntos entre ahora y entonces, entre Gaza y Karbala, entre lo que sucedió entonces y lo que está sucediendo ahora.

Muharram y Karbala simbolizan la lucha perenne entre la verdad y la falsedad, el derecho y el poder, la justicia y la injusticia, la gloria y la ignominia.

Su atractivo trasciende el tiempo y el espacio. Fue Karbala hace casi quince siglos. Hoy son Palestina y Gaza. Era el imperio Yazidi entonces y ahora es el régimen ilegítimo asesino de niños.

Lo que se ha estado desarrollando en el asediado territorio costero palestino durante los últimos nueve meses trae a la memoria desgarradores recuerdos de lo que ocurrió el día de Ashura en las ardientes llanuras de Karbala.

El terrorismo, los terroristas y los déspotas se presentan en diferentes formas y manifestaciones. Debemos identificar a los Yazid de nuestro tiempo y responder como nos enseñó Hussein (AS).

“Es mejor morir con dignidad que vivir con humillación”, afirmó el maestro de los retadores.

Un régimen de apartheid, que ha ocupado tierras de la gente, confiscado sus propiedades y expulsado de sus hogares durante 76 años, ha estado causando estragos en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023.

Cada día se ha convertido en la Karbala de alguna familia en el maltratado y magullado territorio palestino. Según estimaciones aproximadas, ya han muerto cerca de 39.000 personas. Sin embargo, la cifra real de muertes podría ser mucho mayor, como sugirió recientemente la revista médica Lancet.

La mayoría de estas víctimas han sido niños y mujeres. Hemos visto imágenes desgarradoras de madres cargando a sus hijos muertos por calles desoladas y de niños llorando sobre los cadáveres de sus padres.

Hemos visto casas arrasadas, hospitales y escuelas bombardeados y campos de refugiados destruidos. Hemos visto al opresor y al ocupante desatar un terror indescriptible sobre la población nativa.

Pero los palestinos, haciendo gala de un valor extraordinario, se han mantenido firmes. La forma en que los combatientes palestinos han estado llevando a cabo operaciones militares todos los días contra la ocupación, respaldados por poderosas potencias occidentales, inspira esperanza de que la victoria final pertenece a la Resistencia.

Estas personas creen en la justicia de su causa de la misma manera que lo hicieron el Imam Husein (P) y sus compañeros en las llanuras desérticas de Karbala contra el enorme ejército de Yazid. Fue una lucha desigual en términos de ejército y arsenal, pero el Imam Husein (P) fue guiado por la causa justa.

La resistencia y la resiliencia demostradas por la valiente nación palestina en los últimos 76 años y particularmente en los últimos nueve meses frente a obstáculos insuperables y un horror indescriptible encarnan el espíritu del Imam Husein (P): “hasta la muerte no hay humillación”.

En Karbala, un bebé y un niño sediento fueron alcanzados sin piedad con una flecha, un joven luchó como un guerrero experimentado antes de estrellarse, y un abanderado fue a buscar agua a un arroyo cercano y le cortaron los brazos y le ensangrentaron los ojos.

Finalmente, Husein (P) quedó solo en las llanuras desérticas bajo el sol abrasador frente al ejército de miles. Su grito: “¿Hay alguien que pueda ayudarme?”, que ha quedado inmortalizado en las páginas de la historia, no estaba dirigido a los soldados de Yazid. Obviamente no esperaba piedad de ellos.

Estaba dirigido a los defensores de la verdad y la justicia en todo el mundo. Fue un llamado apasionado a ayudar y asistir a quienes están oprimidos, aterrorizados y subyugados, traspasando las fronteras del tiempo y el espacio.

Millones de personas que caminan desde Nayaf a Karbala cada año por Arbaín responden al mismo llamado que todavía resuena en los corazones y las mentes de los creyentes.

Aquellos que creen en la causa que el Imam Husein (P) y sus compañeros la encarnan nunca se someterán ni se rendirán ante las fuerzas del mal y la falsedad. Siempre se levantarán y dirán la verdad al poder.

Cuando Yazid ordenó a su gobernador Walid para obligar a Imam Husein (P) a jurarle lealtad a Yazid, el Imam señaló que “una persona como yo no puede jurar lealtad a una persona como usted”.

El nieto del Profeta del Islam, el Hazarat Mohamad (P), se negó a ceder, de acuerdo con el mandato de su Creador en el Sagrado Corán: “El poder pertenece sólo a Alá, a Su Enviado y a los creyentes”.

El Imam Husein (P) se negó a jurar lealtad a Yazid y se situó en el lado correcto de la historia. Del mismo modo, los palestinos siguen negándose a aceptar la ocupación ilegal de una entidad ilegítima y a luchar por lo que legítimamente les pertenece.

Por lo tanto, estas conmemoraciones anuales de Muharram son esencialmente una expresión de apoyo y solidaridad con el pueblo oprimido, desde Palestina hasta Yemen, Baréin y más allá.

No es un ritual centrado en el duelo aprisionado en los fríos pasillos del tiempo y el espacio. Es la reafirmación de nuestro compromiso férreo de hablar por los oprimidos, levantarnos contra la tiranía y ser la voz de los que no tienen voz.

Como dice el Dr. Ali Shariati, la historia humana es la “manifestación del conflicto eterno entre los dos polos de Dios y Satanás”, y en cada período estos dos polos se han disfrazado de diferentes maneras.

Las fuerzas del mal siempre se han enfrentado a una derrota vergonzosa, de acuerdo con la promesa del Dios Todopoderoso en el Sagrado Corán: “Y Alá de ninguna manera dará a los incrédulos un camino contra los creyentes”.

En Karbala, fue la derrota de Yazid y el triunfo de Husein (P), independientemente del resultado en el campo de batalla. Los supervivientes se aseguraron de que la sagrada misión de los mártires permaneciera viva. Husein (P) está vivo hoy

Para invocar al Dr. Shariati, toda revolución tiene dos rostros: la sangre y el mensaje. Mientras Husein (P) y sus compañeros emprendieron la misión de la sangre, su hermana Zainab (P), “la salvadora de Karbala”, cumplió la tarea más importante: transmitir el mensaje de esta sangre a las generaciones futuras.

Para mantener viva la misma misión y movimiento, necesitamos reconocer al Yazid de nuestro tiempo, exponer su tiranía y rescatar a los oprimidos en todas las formas que podamos.

Este es el principal objetivo de estas conmemoraciones anuales de Muharram y un merecido homenaje a los mártires de Karbala.

* Syed Zafar Mehdi es un periodista, comentarista y autor radicado en Teherán.


Texto recogido del artículo publicado en Press TV.