• Bashar al-Asad, presidente de Siria.
Publicada: miércoles, 18 de noviembre de 2015 20:36
Actualizada: miércoles, 18 de noviembre de 2015 23:32

El presidente sirio, Bashar al-Asad, reitera su condena contra el reciente “crimen horrible” en Francia y lamenta que el mundo, y en especial el Occidente, solo dé importancia a los franceses, mientras que el pueblo sirio está viviendo lo mismo desde 2011.

“Es un crimen horrible y al mismo tiempo triste cuando se informa del asesinato de inocentes sin ninguna razón aparente y por nada. En Siria entendemos el significado de la pérdida (…) Lo hemos estado sufriendo durante los últimos cinco años”, ha afirmado este miércoles el mandatario sirio.

En una entrevista concedida al canal italiano de televisión Rai Uno, Al-Asad ha mencionado la pérdida diaria de civiles en Siria, El Líbano y Yemen, entre otros casos, y ha cuestionado: “¿acaso el mundo, y sobre todo el Occidente, siente algo por esas personas o solo por los franceses? ¿Sienten algo por los sirios que han estado sufriendo durante cinco años el mismo tipo de terrorismo?”.

El presidente sirio, Bashar al-Asad, concede una entrevista al canal italiano Rai Uno, 18 de noviembre de 2015.

 

A este respecto, ha destacado la imposibilidad de politizar los sentimientos, ya que independientemente de las nacionalidades, se trata de una característica común entre todos los seres humanos.

En cuanto a las actividades del grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe) en el territorio sirio, el mandatario árabe ha recordado que esta banda terrorista fue creada por los estadounidenses y con el apoyo del dinero y la ideología de los saudíes wahabíes, y actualmente goza de los apoyos políticos, logísticos y financieros de Turquía, Arabia Saudí, Catar y ciertos países occidentales.

En este sentido, ha proseguido diciendo que, según las declaraciones de funcionarios estadounidenses, entre ellos, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, el grupo terrorista Al-Qaeda ha sido creado con el apoyo ideológico y financiero de EE.UU. y Arabia Saudí, y “lo mismo pasa con Daesh y el Frente Al-Nusra, que son facciones de Al-Qaeda”.

En otra parte de la entrevista, Al-Asad se ha referido a las áreas controladas por el Gobierno de Damasco y ha asegurado que “la mayor parte de las zonas controladas por los terroristas han quedado deshabitadas y sus residentes han escapado a las zonas controladas por el Gobierno”.

En lo tocante a los diálogos internacionales sobre la crisis siria, celebrados los días 30 de octubre y 14 de noviembre en Viena, capital de Austria, el mandatario sirio ha indicado que, en base a las conclusiones finales de esos debates, “todo el proceso político depende de la decisión de los sirios”.

Igualmente, tras apuntar que el comunicado de Viena no incluye nada sobre el futuro que correrá el presidente de la nación árabe, Al-Asad ha señalado que “no hay nada considerado como línea roja” en cuanto a la celebración de elecciones presidenciales, “todo depende del consenso de los sirios”, ha enfatizado.

En tanto, en lo relativo a los intentos occidentales por cambiar Al-Asad, este ha apuntado que el primer responsable de lo que está ocurriendo en Siria es el Occidente y sus apoyos a los terroristas de Daesh y el Frente Al-Nusra.

Al ser preguntado sobre el establecimiento de un calendario real para salir de la crisis que azota al país árabe, Al-Asad ha precisado que cualquier calendario empezaría a partir del inicio de la lucha contra el terrorismo.

“Antes de eso, no habrá ningún punto para decidir un calendario, porque mientras los terroristas se estén haciendo con muchas zonas de Siria, no se puede lograr nada político (…) son el principal obstáculo para cualquier avance político real”, ha precisado.

De acuerdo con Al-Asad, “cualquier persona que porte un arma y aterrorice a la gente, y destruya las propiedades públicas y privadas, no se considera como un opositor”, ya que la verdadera oposición en Siria es del pueblo sirio y este no comete tales crímenes.

Al reiterar su apoyo al inicio de los diálogos y al cese del terrorismo, Al-Asad ha dejado en claro que la crisis siria no apunta a la comunidad cristiana u otras etnias y sectas del país árabe, y prueba de ello es la alta cifra de musulmanes asesinados en los conflictos.

Al final, el presidente de Siria ha aludido al caso de los refugiados sirios en Europa, y ha expresado su pesadumbre por el sufrimiento de estas personas, las cuales constituyen una pérdida para Siria.

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