Los enfrentamientos se han registrado este domingo, a pesar del alto el fuego que inició el 20 de julio tras una serie de hechos violentos sectarios, que dejó cerca de 1500 muertos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en Londres ha reportado el renovado combate, advirtiendo de que los enfrentamientos ponen en riesgo la vida de los civiles y aumentan la tensión en la región.
En este sentido, ha instado a las autoridades competentes a tomar medidas urgentes para poner fin a los combates y responsabilizar a los atacantes.
Hasta el momento, el gobierno de facto de Siria no se ha pronunciado al respecto, mientras que medios locales señalan que un grupo armado local habría violado el alto el fuego en una zona bajo control de las fuerzas de Damasco.
Recientemente, Suweida fue escenario de violencia que se cobró cientos de vidas, representanndo una escalada significativa de las tensiones sectarias y étnicas tras la caída del gobierno de Bashar al-Asad en diciembre de 2024. Los enfrentamientos involucraron principalmente a la minoría drusa y las tribus beduinas, con el régimen sirio liderado por Abu Mohamad al-Golani y algunos actores externos, incluido el régimen israelí, actuando como instigadores.
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