El grito de los manifestantes desde Damasco simboliza los lazos inquebrantables con Palestina. Enmarcaron la resistencia como una fuerza moral y social, no como una táctica momentánea; y exigieron unidad y un esfuerzo sostenido hasta la liberación del pueblo palestino.
Los manifestantes afirmaron que el 7 de octubre sigue siendo un punto de inflexión, un acontecimiento que rompió el mito de un ocupante invencible. Prometieron continuar su solidaridad con Gaza, afirmando que el legado de la operación resonará hasta que se logre la victoria.
Esta multitud rezó por los mártires y elogió a los héroes de la operación. Instaron a una mayor solidaridad con los civiles de Gaza. Enfatizaron que el apoyo va más allá de la política.
Desde Damasco, los manifestantes reafirman que la lucha por Palestina no se limita a fronteras ni batallas. Afirman que el espíritu del 7 de octubre sigue vivo en cada voz que exige justicia y libertad.
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