La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados revela este jueves que más de 21 000 personas huyeron de Siria hacia el vecino Líbano ante la virulenta violencia sectaria en la región costera del oeste de Siria, en medio del resurgimiento de fuerzas leales al depuesto gobierno de Bashar al-Asad.
Citando cifras de las autoridades y de la Cruz Roja del Líbano, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informa, a través de un comunicado, que 21 637 sirios huyeron al norte del Líbano al desencadenarse las hostilidades en la región aludida.
A principios de marzo, estallaron enfrentamientos en las provincias de Latakia y Tartus después de que fuerzas leales a Bashar Al-Asad y milicianos del gobierno de facto, encabezado por Abu Mohammad al-Golani, se enfrascaran en pugnas, lo que se saldó con más de 1400 muertos.
Además de la represión de las fuerzas de las nuevas autoridades en contra de los simpatizantes del gobierno anterior, también surgieron informes de asesinatos de grupos minoritarios, alauitas incluidos, por parte de allegados al gobierno interino. Pero, las secuelas continúan, decenas de miles de sirios del oeste del país huyen ante el temor constante de una escalada más amplia.
En el comunicado de la ACNUR se destaca que las familias que huyen siguen cruzando pasos fronterizos no oficiales, incluso a través de ríos, a pie y en medio de los grandes peligros que se ciernen.
En la primera quincena de marzo, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (CSNU), condenó la violencia generalizada en el oeste de Siria y urgió a las nuevas autoridades del país a “proteger a todos los sirios, independientemente de su origen étnico o religión”.
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