La cadena libanesa de noticias Al-Mayadeen informó la madrugadas de este jueves que la base militar estadounidense en el campo petrolífero de Al-Omar, ubicado en la ciudad de Deir Ezzor, en el este de Siria, fue blanco de un ataque con aviones no tripulados.
Minutos más tarde, la agencia de noticias Younews también escribió que las fuerzas de ocupación estadounidenses estaban en alerta en el yacimiento petrolífero Al-Omar con la cooperación de las milicias kurdas.
Por su parte, señalan los informes, un gran número de drones estadounidenses realizan vuelos extensos en el cielo al este de Deir Ezzor.
Ningún grupo se ha atribuido todavía la responsabilidad de este ataque y no se han publicado más detalles sobre posibles daños o bajas.
Previamente, fuentes iraquíes habían informado el miércoles por la tarde de que drones desconocidos habían atacado un vehículo civil en el este de Bagdad, tras lo cual algunos medios de comunicación publicaron informaciones sobre el martirio de varias personas.
El ataque iba dirigido contra un vehículo en el que viajaban presuntamente tres líderes del Movimiento Kataeb Hezbolá y del Movimiento Hezbolá Al-Nuyaba, ambos pertenecientes a las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), consideradas parte de las Fuerzas Armadas de Irak.
La cuenta en X de NujabaTV da a conocer que uno de los fallecidos fue Wissam Mohammed ‘Abu Baqer Al-Saadi’, comandante a cargo de las operaciones de Kataeb Hezbolá en Siria.
El ataque se produjo días después de que Estados Unidos bombardeara decenas de sitios en Irak y Siria, en lo que llamó “represalia” a un ataque con aviones no tripulados en el que murieron tres tropas estadounidenses acantonadas en una base en Jordania a finales de enero.
Los altos mandos político y militar iraquíes condenaron la agresión estadounidense que dejó decenas de muertos civiles en Siria e Irak y la calificaron de una violación de la soberanía nacional que podría acarrear “repercusiones desastrosas” en la región. Además, el ataque de Washington ha provocado que se renueven los llamados a la salida de las tropas estadounidenses de Irak.
En los últimos cuatro meses, los grupos de Resistencia iraquíes han intensificado sus operaciones contra fuerzas y bases estadounidenses en la región, debido al apoyo de la Casa Blanca a la guerra genocida del régimen israelí contra Gaza, que ha ocasionado la muerte de más de 27 700 palestinos desde octubre.
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