• Un miliciano kurdo vigila a un grupo de mujeres y niños sirios en la provincia de Al-Hasaka, 28 de octubre de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: domingo, 1 de noviembre de 2020 14:01
Actualizada: domingo, 1 de noviembre de 2020 14:59

Las milicias kurdas respaldadas por EE.UU. han expulsado a punta de pistola a decenas de familias sirias de sus hogares en la provincia de Al-Hasaka (noreste).

Según ha reportado este domingo la agencia oficial siria de noticias, SANA, integrantes de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), secundadas por Washington, han amenazado con armas a decenas de residentes del barrio de Al-Amran, en la ciudad siria de Al-Hasaka, obligándoles a abandonar sus viviendas.

Citando a varias fuentes locales que pidieron permanecer en el anonimato, SANA ha precisado que las milicias kurdas dieron un plazo de 24 horas a dichas familias, entre las que había varios niños, mujeres y ancianos, para que abandonen sus hogares.

El medio sirio ha denunciado que este desplazamiento forzoso de población siria se produce en línea con los planes de las tropas ocupantes de EE.UU., en concreto, un día después de que las fuerzas estadounidenses ocuparan decenas de apartamentos en otros barrios de la mencionada ciudad.

 

Los lugareños han rechazado en duros términos los actos criminales de las milicias kurdas, que obedecen los dictados de su amo estadounidense. Alertan, además, de los planes de Washington para desalojar por completo todos los edificios gubernamentales y residenciales que se encuentran cerca de las bases militares que EE.UU. ha construido de manera ilegal en las zonas nororientales de Siria.

Tal práctica criminal, que incluye, asimismo, la toma de un considerable número de escuelas por las tropas norteamericanas y sus aliados para transformarlas en posiciones militares, ha privado a miles de niños sirios del derecho a continuar sus estudios.

El pueblo sirio ha realizado múltiples protestas en rechazo a los actos agresivos y a las violaciones cometidas por las tropas invasoras de EE.UU. y sus aliados en Al-Hasaka y Deir Ezzor, y ha exigido la retirada inmediata de estas fuerzas criminales de sus ciudades.

El Gobierno de Damasco ha condenado, a su vez, en reiteradas ocasiones, la presencia militar ilegal de EE.UU. en Siria, acusando a Washington de apoyar a las bandas extremistas y armadas con tal de desestabilizar el país y robar sus recursos naturales.

El presidente sirio, Bashar al-Asad, ha dejado clara su disposición a liberar cada centímetro del país de manos de los elementos terroristas takfiríes, así como de todas las fuerzas ocupantes extranjeras, ya sean de EE.UU., de Turquía o del régimen israelí.

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