Continúan las prácticas criminales de EE.UU. y sus aliados en el noreste de Siria. Las recientes violaciones de las fuerzas invasoras han provocado la ira de los lugareños que salieron este jueves a las calles en rechazo a los planes de crear un nuevo statu quo.
Expresaron su ira por la toma de las escuelas de ambas ciudades en el noreste de Siria por las milicias kurdas, privando así a miles de niños de su derecho a la educación, además de otras prácticas destinadas a desestabilizar la seguridad y seguir saqueando sus riquezas.
Los manifestantes quemaron las banderas de Turquía y EE.UU., exigiendo la expulsión de sus tropas y considerando que los estadounidenses son el principal motivo de las prácticas de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) y los incesantes robos de sus bienes, además de privarlos de sus derechos más básicos en las zonas en las que se encuentran.
Los diferentes medios sirios critican el silencio cómplice de las organizaciones internacionales que hacen caso omiso a todas las prácticas de las milicias kurdas y las fuerzas estadounidenses, y exigen una intervención inmediata para proteger los derechos de los ciudadanos en el noreste del país.
Bashar Barazi, Damasco.
mag/rba
