“Los enemigos de la Umma Islámica (comunidad islámica) trataron, desde un principio, extender el terrorismo en la región para balcanizarla, así como para implementar sus dos teorías y proyectos estratégicos de la década de los 80: (generar) un nuevo oeste de Asia y un caos imaginario”, dijo el lunes Hasan Hasan, jefe de la dirección política del Ejército sirio, en una entrevista concedida al portal libanés Al-Ahd.
No obstante, prosiguió Hasan, la “cultura de la Resistencia y hombres listos para el sacrificio” impidieron la implementación de tales proyectos.
El funcionario sirio ha recordado, de este modo, el notable desempeño realizado en la lucha antiterrorista por el teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, asesinados en un ataque terrorista estadounidense el 3 de enero en Bagdad, la capital de Irak.
En este sentido, Hasan descartó que el asesinato de tales figuras altere la voluntad de la Resistencia en lo tocante al tema de erradicar el terrorismo. Aquellos que piensan así “deliran; hoy en día el Eje de Resistencia es más poderoso y goza de mayor estabilidad de cara a lograr la victoria”, ha agregado.
Para Hasan, Soleimani y Al-Muhandis combatieron el terrorismo impulsado por EE.UU. y el régimen de Israel, y demostraron que la Resistencia “no le teme al poder destructivo del terrorismo global”.
Diferentes autoridades sirias, incluido el presidente, Bashar al-Asad, han condenado, en duros términos, el asesinato de Soleimani, a quien consideraban el comandante “estelar” de la Resistencia, resaltando su apoyo a Damasco en su denodada lucha contra los terroristas, en concreto contra la banda EIIL (Daesh, en árabe).
Por todo ello, Al-Asad ha otorgado la máxima condecoración, la Medalla de Honor, a Soleimani, conforme informó el lunes el primer ministro de Siria, Emad Jamis.
Damasco, del mismo modo, ha denunciado el silencio del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) sobre el asesinato de Soleimani, considerando a este ente un “rehén” de ciertos Estados, que, recurriendo a medidas nefastas, como apoyar a las agrupaciones terroristas y tergiversar hechos reales, buscan desestabilizar Siria.
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