En un informe publicado el martes, el rotativo ha detallado que el Departamento de Defensa estadounidense (Pentágono) ha completado la instalación de tres sistemas de radares avanzados en las localidades de Tal Baidar (en la provincia nororiental de Al-Hasaka), Kobani y Sarin (en la provincia norteña de Alepo).
“El próximo paso de EE.UU. es desplegar un escudo antimisiles, que debe considerarse como parte de su plan a largo plazo para sembrar el caos en la región”, explica al diario turco Fayez al-Esmer, excomandante de la asamblea militar en la provincia siria de Deir Ezzor.
El funcionario agrega que Washington proyecta desplegar sus escudos antimisiles en sus bases militares ubicadas en las ciudades de Ramilan y en la capital homónima de la provincia de Al-Hasaka.
El periódico comunicó además que EE.UU. empezó a crear una zona de exclusión aérea en el norte de Siria con el despliegue de sus radares en un región de 26 000 km cuadrados controlada por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Washington.
El próximo paso de EE.UU. es desplegar un escudo antimisiles, que debe considerarse como parte de su plan a largo plazo para sembrar el caos en la región”, indica Fayez al-Esmer, excomandante de la asamblea militar en la provincia de Deir Ezzor, sobre los planes de EE.UU., en las regiones norteñas de Siria.
El proceso de ampliación de las bases estadounidenses coincide con los significativos avances del Ejército sirio, junto a sus aliados, en su lucha contra los grupos extremistas y armados, en el centro y sur del país. De hecho, las tropas sirias alistan una megaoperación para liberar el norte del país árabe de toda presencia terrorista.
Las autoridades sirias han condenado en reiteradas ocasiones la presencia de tropas estadounidenses en su territorio y denuncian que Washington usa a sus uniformados para frenar el avance del Ejército sirio frente a los terroristas.
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