Fuentes en la provincia de Idlib (noroeste) dijeron haber sido testigos de un aumento inusual de la actividad de los Cascos Blancos. Además, informes locales apuntan que los terroristas se preparan para llevar a cabo un ataque químico en el área entre la ciudad de Yisr Al-Shughur, en Idlib, y la provincia de Latakia, con el objetivo de acusar del incidente al Ejército sirio.
Los testigos, en declaraciones a la agencia rusa de noticias Sputnik, precisaron que los Cascos Blancos usaron ocho camionetas para transportar un cargamento de barriles desde la fábrica de Atma, ubicada cerca de las fronteras turcas, a Yisr Al-Shughur. Se sabe que la compañía tiene almacenada una gran cantidad de cloro.
Los Cascos Blancos afirman que llevan a cabo misiones de rescate de civiles, pero los Gobiernos de Siria y Rusia los acusan de lanzar una campaña de desinformación y de colaborar con los terroristas.
El informe agrega que miembros del Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), en Idlib han transportado varios cargamentos de sustancias químicas a los terroristas del “Partido Islámico del Turkistán”, asociado a Al-Qaeda, en el marco de los preparativos para un nuevo ataque químico, según recogió el miércoles la agencia siria de noticias SANA.
La fábrica de Atma guarda muchos barriles de cloro y otros productos químicos y varios técnicos extranjeros están trabajando allí bajo las instrucciones del Frente Al-Nusra.
El martes, EE.UU., Francia y el Reino Unido acusaron al Gobierno sirio de planear el uso de armas químicas en su inminente ofensiva antiterrorista en la provincia de Idlib. Damasco lo rechazó y advirtió de que los tres países occidentales pretenden lanzar “una nueva intervención en Siria” como la que llevaron a cabo el pasado 14 de abril.
El Gobierno de Damasco ha negado en reiteradas ocasiones haber usado armas químicas contra su pueblo y ha tachado estas acusaciones de “intento descarado de obstaculizar el avance del Ejército” frente a los grupos terroristas.
ftm/ncl/myd/rba