Según informó el miércoles la agencia oficial siria SANA, el Ejército sirio y sus aliados, durante operaciones en las urbes de Beit Sahem, Babila y Yalda en las zonas sureñas de la provincia de Damasco, hallaron una gran red de túneles en la cual también había gran cantidad de obuses y explosivos.
Los túneles casi exclusivamente se encuentran bajo edificios residenciales lo que muestra que los grupos armados y terroristas anteriormente activos en la zona usaron a los civiles como escudos humanos frente a los ataques de las fuerzas sirias.
Aparte de gran cantidad de obuses, granadas y armas ligeras en los túneles se encontraron gran cantidad de artefactos explosivos y bombas que los terroristas habían preparado y pretendían usarlos para dificultar el avance del Ejército sirio y sus aliados.
En concreto, los terroristas hasta habían usado a capsulas de oxigeno y extintores de incendios como trampas de modo que al tratar de moverlos se explotarían varios artefactos explosivos, causando daño a los que se encuentran en las cercanías.
Asimismo, las fuerzas sirias hallaron gran cantidad de sofisticados sistemas de misiles antitanques, además, de por lo menos dos sistemas de defensa aérea portátil (MANPAD, por sus siglas en inglés) 9K38 Igla, de producción rusa.
Tras la liberación completa de Damasco, la capital, y sus alrededores, las fuerzas sirias se centran en las ubicaciones que todavía se hallan bajo el control de los grupos armados y terroristas, en especial, en el sur del país.
Mientras tanto, se prevé que la provincia de Idlib (oeste) será la última zona contra la que el Ejército sirio lance ofensivas debido a la alta concentración de grupos armados y extremistas, por lo que las fuerzas sirias necesitarán de todo su poder para liberarla.
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