Según informó el miércoles el rotativo turco Daily Sabah, el Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo) expulsó a 4000 ciudadanos iraquíes que se habían refugiado en el territorio sirio a zonas bajo el control del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria.
Los mencionados refugiados se encontraban en el campamento de refugiados de Al-Hawl en la provincia oriental de Al-Hasaka, donde muchos ciudadanos de las zonas occidentales de Irak se habían refugiado debido a la violencia perpetrada por Daesh.
Ali al-Bayati, uno de los integrantes de la organización humanitaria la Comisión Independiente Iraquí de los Derechos Humanos, aseguró que los gerentes del campamento de Al-Hawl —que resultan ser integrantes del PYD— enviaron a los refugiados a áreas (al sur del campamento) que están bajo el control de Daesh.
El activista advirtió que la expulsión de estos civiles a las zonas bajo el control de Daesh causaría grandes daños a estos refugiados ya que se teme que la mencionada banda extremista trate de esclavizar a parte de ellos y usarlos como suicidas y a los varones como soldados.
Del mismo modo, afirmó que muy probablemente la decisión de expulsar a los refugiados iraquíes de Al-Hawl tiene lugar debido a las tensiones entre las autoridades kurdas y el Gobierno de Irak —por la celebración del referéndum separatista del Kurdistán iraquí— por lo que el PYD decidió castigar a los civiles iraquíes por sus diferencias con Bagdad.
Las tensiones entre el Gobierno de Irak y el Kurdistán aumentaron después de que las autoridades kurdas celebraran un referéndum independentista, pese al rechazo del Ejecutivo central, los países vecinos y gran parte de la comunidad internacional al mismo.
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