Esta mutación, llamada D614G, fue encontrada en tres de 45 casos de un grupo que se contagió de la COVID-19 tras tener contacto con el propietario de un restaurante que había regresado de un viaje por La India, e incumplió su cuarentena domiciliaria de 14 días, según recogió el lunes la agencia rusa de noticias Sputnik.
La misma cepa también se manifestó en otro grupo de personas que regresaron de Filipinas, por lo que expertos han advertido que los actuales estudios para hallar una vacuna contra el nuevo coronavirus pueden ser ineficaces para enfrentar la mutación D614G.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que no cuenta con evidencias de que esta cepa genere una enfermedad más grave. Sin embargo, esta mutación se ha convertido en la variante predominante entre los contagiados en Europa y EE.UU.
A su vez, un artículo publicado en la revista biomédica Cell Press destacó que no es posible asegurar si la mutación reportada del nuevo coronavirus tendrá un impacto o no en la eficacia de las vacunas que se están desarrollando actualmente.
No obstante, expertos en Malasia han pedido a la población que extreme las precauciones ante el hallazgo de la cepa D614G.
El país ha logrado contener la pandemia en comparación con otras partes del mundo. Según datos de la Universidad Johns Hopkins, Malasia registra 9200 casos confirmados, así como 125 fallecimientos relacionados con la COVID-19.
Sin embargo, la cantidad de casos nuevos encontrados en este país ha aumentado en los últimos días, pues sus autoridades confirmaron 26 casos nuevos el 15 de agosto, la mayor cantidad registrada desde el 28 de julio.
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