Un estudio realizado por un equipo de investigadores de La Jolla Institute for Immunology (EE.UU.), publicado recientemente en la revista Science Immunology, ofrece más evidencia de que una vacuna de COVID-19 necesitará provocar que las células T trabajen junto con los anticuerpos.
Para el estudio, los expertos siguieron a diez pacientes con COVID-19 con los síntomas más graves de la enfermedad. Los diez fueron ingresados en la UCI en el Centro Médico de la Universidad Erasmus, en los Países Bajos, y se colocaron ventiladores como parte de su atención.
Dos de los pacientes finalmente murieron de la enfermedad. Una mirada en profundidad a sus respuestas del sistema inmune mostró que los diez pacientes produjeron células T que atacaron al coronavirus. Estas células T trabajaron junto con los anticuerpos para tratar de eliminar el virus y detener la infección.
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