Hace decenas de millones de años, los virus invadieron los genomas de los mamíferos y se autoduplicaron dentro del ADN de sus huéspedes. Ahora un equipo de científicos de la Universidad de Yale (Connecticut, EE.UU.) ha elaborado un estudio que revela que más del 40 % del genoma humano está compuesto por esos restos de duplicaciones virales.
En la mayoría de los casos, permanecen inactivos pero, según se ha descubierto recientemente, en ocasiones asumen funciones sorprendentes en los embriones en desarrollo e, incluso, pueden impulsar la evolución de los mamíferos.
Por qué la proporción de sexos de mamíferos está determinada por el remanente de un virus tan antiguo es una pregunta fascinante", según explica Andrew Xiao, el principal autor del estudio.
Los investigadores han hallado un mecanismo particular que puede 'desactivar' este virus en un embrión temprano al agregar un enlace de metilo a la adenina, exactamente en el cromosoma X, que es el que determina el sexo, según informa la revista Nature.
Así, esos cromosomas se mantienen activos si el nivel de este marcador molecular es normal —hembras y machos nacen en la misma proporción— y se inactivan si el marcador está excesivamente representado, con lo cual hay una proporción 2 a 1 entre machos y hembras.
"Por qué la proporción de sexos de mamíferos está determinada por el remanente de un virus tan antiguo es una pregunta fascinante", apunta Andrew Xiao, el principal autor del estudio.
Asimismo, el estudio indica que la forma activa del virus también se encuentra en las neuronas y en los tumores, por lo que este mecanismo tiene usos potenciales para luchar contra el cáncer.
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