Las viñetas rusas, tuiteadas el jueves en el marco de la contra-campaña “Yo no soy Charlie”, constituyen una respuesta enérgica a las antes difundidas por la revista gala.
Los pobres de espíritu (editores) de Charlie Hebdo demuestran con obstinación que no tienen nada en común con el periodismo, la libertad de expresión ni la moral universal”, criticó el comisionado para los Derechos Humanos de la Cancillería rusa, Konstantin Dolgov.
Pese a la indignación desatada por estas últimas la semana pasada —además de la reacción de los políticos rusos—, Charlie Hebdo ha vuelto a divulgar imágenes burlonas sobre el siniestro del Airbus A-321 de la compañía rusa Kogalymavia en la península egipcia del Sinaí.

En esta tesitura, el movimiento ruso “Yo no soy Charlie” manifiesta perplejidad por el hecho de que una tragedia que se cobró la vida de unas 224 personas pueda convertirse en tema de risa.
En el mismo sentido, el comisionado para los Derechos Humanos de la Cancillería rusa, Konstantin Dolgov, afirmó el jueves que tales publicaciones no tienen nada que ver con la libertad de expresión.
“Los pobres de espíritu (editores) de Charlie Hebdo demuestran con obstinación que no tienen nada en común con el periodismo, la libertad de expresión ni la moral universal”, declaró Dolgov.
Las viñetas de la revista francés irritaron también al presidente ruso, Vladimir Putin, quien tachó el pasado viernes la publicación de “blasfemia”.
Tras la reacción rusa, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia se distanció de dichas caricaturas afirmando que “las opiniones expresadas por periodistas en Francia son sus opiniones libres”.
No es la primera vez que Charlie Hebdo genera polémica con sus viñetas sobre tragedias humanas. A mediados de septiembre, la revista difundió un dibujo satírico del niño sirio de 3 años, Aylan Kurdi, hallado muerto en una playa de Turquía, tras intentar alcanzar las costas europeas.
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