El Centro de Control de la Defensa Nacional rusa, en un comunicado informó que “el 20 de marzo de 2023, los radares de defensa aérea de las fuerzas del Distrito Militar Occidental en servicio sobre el mar Báltico detectaron dos objetivos aéreos que volaban en dirección a la frontera estatal de la Federación Rusa. Los objetivos fueron clasificados como dos bombarderos estratégicos B-52H de la Fuerza Aérea de EE.UU.”.
De inmediato, agrega el informe, un caza Su-35 de las fuerzas de defensa antiaérea del Distrito Militar Occidental en servicio se elevó en el aire para identificar e impedir la violación de la frontera estatal rusa.
“A continuación, la tripulación del caza ocupó la zona de servicio aérea establecida. Tras la retirada de las aeronaves militares extranjeras de la frontera estatal de la Federación de Rusia, el caza ruso regresó a su aeródromo de origen”, indica la nota.
Deja claro que el vuelo del caza ruso se llevó a cabo en estricto cumplimiento de las normas internacionales de utilización del espacio aéreo.
Esto se produce a una semana de tensa retórica entre Washington y Moscú sobre un incidente en el mar Negro tras la caída de un dron de EE.UU.
EE.UU. acusó a los pilotos de la fuerza aérea rusa de provocar un choque contra uno de sus drones que operaba sobre el mar Negro. Rusia niega que su avión caza haya contactado el artefacto.
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