“Llamamos a establecer un gobierno de coalición inclusivo en Afganistán que involucre a todas las fuerzas políticas y minorías étnicas del país, por lo que la cuestión del reconocimiento de las autoridades del país surgirá una vez finalizado el proceso”, manifestó María Zajárova durante una sesión informativa el jueves.
Al desarrollar su postura, la diplomática rusa puso énfasis en la necesidad de que Afganistán se convierta en un país pacífico, independiente y económicamente estable.
Según Zajárova, la retirada apresurada y desordenada de las tropas de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tendrán un impacto negativo en el bienestar de los afganos, agregando que esos países decidieron unilateralmente sobre su presencia en Afganistán y no lo hicieron en base a las instrucciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Asimismo, subrayó que, debido a estas medidas inconvenientes, el Occidente es el responsable principal de la actual situación en el territorio afgano.
Además, informó de que la embajada de Rusia ante Kabul sigue funcionando como siempre, aseverando que la seguridad de los empleados y las instalaciones está bajo control.
Moscú culpa a EE.UU. y a sus aliados de la OTAN por el caos en Afganistán. Kabul, la capital afgana, cayó el 15 de agosto a manos de los talibanes, en medio de la retirada atolondrada de las unidades militares foráneas.
El colapso de Afganistán ocurrió poco después de que comenzara la fase final de la retirada de las fuerzas de Estados Unidos, a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que invadió el país centroasiático en 2001, so pretexto de luchar contra el terrorismo, deponer a Talibán y dar respaldo técnico al Ejército afgano. Sin embargo, además de no cumplir su objetivo, la situación se ha agravado con la ola de desplazados que buscan salir del territorio nacional por temor a una guerra civil.
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