Según informa el rotativo estadounidense The Washington Post, citando a fuentes del Ministerio de Defensa de Afganistán, el Ejército de Estados Unidos ha desocupado Bagram, su aeródromo más importante en el suelo afgano.
Las mismas fuentes consultadas sostienen que el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) espera completar la salida total de sus efectivos del país euroasiático en unos días, siguiendo la orden del presidente estadounidense, Joe Biden, decretada en abril pasado, de poner fin a la participación estadounidense en la guerra de Afganistán.
La retirada de la base aérea de Bagram, situada a unos 70 kilómetros al norte de Kabul (capital afgana), pone fin a la presencia militar estadounidense de carácter invasiva en el aeródromo más importante de Afganistán, que se ha prolongado durante más de 20 años.
Algunos informes apuntan a que Washington tiene previsto concluir la retirada de sus tropas el 11 de septiembre, fecha en la que se cumplen 20 años de los ataques terroristas del 11-S perpetrados en el suelo del país norteamericano.
Más de 2400 soldados estadounidenses han muerto en 20 años de combates y 20 000 han resultado heridos. También han muerto unos 47 245 civiles, junto con decenas de miles de efectivos de las fuerzas de seguridad afganas, conforme señala el periódico norteamericano.
¿Qué busca EE.UU. en el territorio afgano?
En 2001, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EEUU, puso en marcha la invasión de Afganistán.
Tanto la OTAN como EE.UU. han reconocido el fracaso de su misión militar en el país asiático. Después de dos décadas de conflicto, la muerte de decenas de miles de civiles, destrucción y mayores niveles de violencia y narcotráfico, han sido los legados de la invasión de Washington y sus aliados para los afganos.
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