El portavoz del Departamento estadounidense de Estado, Ned Price, afirmó el miércoles en una rueda de prensa que las autoridades estadounidenses están siguiendo de cerca los acontecimientos relacionados con los nuevos cargos contra el opositor ruso, Alexéi Navalni, enfatizando que “esto es solo una continuación de un patrón muy perturbador”.
Efectivamente, el Comité de Investigación de Rusia presentó la misma jornada un nuevo cargo contra la figura de la oposición rusa, pues Navalni y sus colaboradores presionaron a los ciudadanos para que participaran en manifestaciones, a pesar de saber de antemano la “naturaleza ilegal” de sus actividades, agregó.
La reacción de Moscú no tardó en llegar. La embajada de Rusia en Washington D.C. la capital estadounidense, a través de su cuenta oficial de Twitter, ha denunciado la violación de los derechos humanos en EE.UU., pidiendo al país norteamericano que preste atención a su situación crítica de DD.HH. en lugar de lanzar acusaciones contra otras naciones, en particular, Rusia.
“El portavoz del Departamento de Estado [Ned Price] sigue criticando a Rusia por supuestas violaciones de derechos humanos. Mientras tanto, es hora de que Estados Unidos preste atención a la situación interna”, reza el mensaje.
🔻@StateDeptSpox keeps criticizing 🇷🇺 for assumed human rights violations. Meanwhile, it is high time the #US drew its attention to the internal situation. Here are some guidlines:
— Russian Embassy in USA 🇷🇺 (@RusEmbUSA) August 12, 2021
🔻https://t.co/ipr6yu60pl pic.twitter.com/SWQKkUOSTi
Washington ha utilizado el caso Navalni como un pretexto para intensificar sus medidas coercitivas contra Rusia, país que, en reacción, asegura que responderá a cualquier hostilidad de parte del pís norteamericano.
De hecho, Estados Unidos sigue siendo criticado en gran medida por hacer caso omiso a la violación de los derechos humanos en su propio territorio, particularmente en lo que se refiere a los derechos de los migrantes y las personas de color.
Además, las sanciones que Washington impone cruelmente contra otras naciones es otro ejemplo de las violaciones de los DD.HH. por EE.UU. más allá de sus propias fronteras.
Las referidas restricciones coercitivas siguen golpeando a ciertos países, incluso ahora que el mundo está luchando contra la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
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