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Una sesión del CSNU para renovar una investigación internacional sobre ataques químicos en Siria, 16 de noviembre de 2017. (Foto: Reuters)
Publicada: sábado, 17 de noviembre de 2018 6:58

Rusia rechaza la última resolución de la ONU sobre los DD.HH. en Siria, pues la considera “alejada de la realidad” y un mecanismo para presionar a Damasco. 

“Más de una vez nos hemos pronunciado contra los intentos de transformar a la Tercera Comisión —de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU)— en un cuerpo que marque las resoluciones politizadas (…) con el único objetivo de aumentar la presión sobre el gobierno de uno de los Estados miembros de las Naciones Unidas”, dijo el viernes el embajador adjunto de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Gennady Kuzmin.

El viernes, la AGNU aprobó —con 106 votos a favor, 16 en contra y 58 abstenciones— una resolución que condena la situación de los derechos humanos en Siria y, en particular, los presuntos “ataques indiscriminados y desproporcionados en áreas civiles por parte del Gobierno sirio”. La acusación ha sido rechazada duramente por Damasco.

Para el diplomático ruso, la ONU recurre a dichas medidas como una “herramienta para ajustar cuentas geopolíticas”.

Más de una vez nos hemos pronunciado contra los intentos de transformar a la Tercera Comisión —de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU)— en un cuerpo que marque las resoluciones politizadas (…) con el único objetivo de aumentar la presión sobre el gobierno de uno de los Estados miembros de las Naciones Unidas”, dice el embajador adjunto de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Gennady Kuzmin.

 

Esta resolución antisiria, “cuyo contenido se está alejando cada vez más de la realidad”, sostuvo Kuzmin, se ha convertido en un “concentrado venenoso de todas las ideas e iniciativas” sobre las que los adversarios del Gobierno sirio han fracasado en promover en las demás plataformas.

El funcionario ruso concluyó que la aprobación de la referida resolución —cuyo proyecto fue presentado por Arabia Saudí— va en contra de la estabilización de la situación en Siria y “socava los esfuerzos internacionales encaminados a solucionar la crisis” en el país árabe.

El tema de los derechos humanos siempre ha sido, desde el inicio de la crisis en Siria, el pretexto esgrimido para la “campaña de sanciones” que recae sobre el Gobierno de Damasco, la cual agrava aun más la situación humanitaria en el país árabe, según denunció en mayo Idriss Jazairy, relator especial de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Sanciones Internacionales.

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