“Con esta nueva ronda esperamos informes falsos sobre el uso de armas químicas por las autoridades de Siria contra los civiles, (…) hay indicios de que se prepara ese tipo de provocaciones”, ha dicho este miércoles la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova.
Moscú tratará, ha adelantado la política rusa, de evitar tales “pagadas” provocaciones, avisando con antelación sobre posibles acciones.
En la misma línea, el Ministerio de Defensa de Rusia advirtió el 11 de junio que el llamado Ejército Libre de Siria (ELS) preparaba, con la ayuda de Estados Unidos, el “montaje” de un ataque químico en Siria en la provincia siria de Deir Ezzor (este).
Con esta nueva ronda esperamos informes falsos sobre el uso de armas químicas por las autoridades de Siria contra los civiles, (…) hay indicios de que se prepara ese tipo de provocaciones”, dice la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova.
Al detallar y desarrollar tal información, la Cartera rusa dijo que los milicianos del ELS ya habían movilizado barriles de cloro a la localidad de Haql al-Yafra para escenificar un supuesto “ataque químico de Siria contra civiles”.
La vocera del Ministerio de Exteriores ruso, en otro momento de sus declaraciones, ha señalado los “estrechos lazos” entre los Cascos Blancos —financiados por Estados Unidos— y los terroristas.
“Tenemos información de que los miembros de los Cascos Blancos tienen estrechos vínculos con grupos terroristas en Siria, a saber, el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham). Esto es confirmado por los informes de periodistas independientes que visitan Siria”, ha asegurado.
Zajarova, sin embargo, ha lamentado que dicha información no sea difundida por Occidente y lo ha considerado normal, pues el hecho no corresponde al concepto de que el presidente sirio, Bashar al-Asad “debe ir”, ha indicado.
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