“El programa nuclear norcoreano es un problema muy acuciante, aquí hay que actuar con cuidado y de manera pragmática y no perder la sangre fría”, ha indicado este viernes el dignatario ruso.
En un encuentro mantenido con su par surcoreano, Moon Jae-in, en la ciudad alemana de Hamburgo, Putin ha resaltado la importancia de mantener la calma ante la crisis con Corea del Norte.
Luego de reconocer por tanto que las pruebas nucleares y balísticas de Corea del Norte representan un problema muy serio, el jefe del Gobierno de Moscú ha abogado por reconsiderar las posturas al respecto.
El presidente surcoreano, a su vez, ha expresado su preocupación por la situación de la península coreana y ha subrayado el gran interés de Seúl en cooperar con Moscú al respecto y acabar con la inquietud por los programas militares de Corea del Norte.
El programa nuclear norcoreano es un problema muy acuciante, aquí hay que actuar con cuidado y de manera pragmática y no perder la sangre fría”, indica el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El pasado 4 de julio, Pyongyang realizó su última prueba misilística, lanzando un misil balístico intercontinental modelo Hwasong-14 que logró alcanzar una altitud de más de 2.800 kilómetros y cayó en el mar del Japón, dentro de la zona económica exclusiva nipona.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia afirma haber monitorizado el lanzamiento y asegura que el misil disparado era de “mediano alcance” y no un misil balístico intercontinental.
Aun así, el comandante de las tropas estadounidenses en Corea del Sur, el general Vincent Brooks, afirmó el miércoles en su reacción al incidente que el “autocontrol” de Washington ha evitado hasta ahora una guerra con Corea del Norte, pero que esta barrera podría romperse en cualquier momento.
Desde sus puestos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Rusia y China advirtieron en la misma jornada de que la respuesta militar era “inaceptable” y no debía ser una opción para resolver la tensión en la península coreana.
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