• El representante ruso ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Alexandr Grushkó
Publicada: sábado, 16 de mayo de 2015 0:48

Rusia reforzará su presencia militar en la península de Crimea en respuesta a la expansión de las actividades de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa Oriental, según el representante ruso ante la Alianza, Alexandr Grushkó.

Naturalmente, aumentamos nuestras fuerzas en Crimea porque los miembros de la OTAN han intensificado sus actividades (…) en la vecindad inmediata de nuestras fronteras

“Naturalmente, aumentamos nuestras fuerzas en Crimea porque los miembros de la OTAN han intensificado sus actividades (…) en la vecindad inmediata de nuestras fronteras”, ha reiterado este viernes Grushkó.

Ha agregado que el refuerzo militar ruso está en consonancia con los tratados internacionales y no hay ninguna prohibición para que Moscú no despliegue sistemas defensivos en Crimea.

El funcionario ruso, también, ha subrayado que la Alianza militar está perpetrando un error estratégico por no allanar el camino de una cooperación práctica con Rusia.

“A partir de ahora, no vemos ningún deseo de la OTAN para establecer nuevos pasos de cooperación práctica”, así ha respondido Grushkó al comunicado del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Anteriormente, el secretario general había alegado que la OTAN es la más poderosa alianza militar del mundo y trata de duplicar su fuerza de respuesta rápida en Europa, añadiendo que las nuevas unidades de comando se establecerán también en Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Bulgaria y Rumanía.

Secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg

 

En febrero pasado, los ministros de Defensa de la OTAN acordaron aumentar de 13.000 a 30.000 el número de soldados, con el fin de fortalecer la reacción rápida de la alianza, y anunciaron varios planes como el emplazamiento de seis nuevos puestos de mando en los países mencionados.

Grushkó ha advertido que los planes de expansión de la Alianza y su acercamiento a las fronteras rusas amenazan la estabilidad y provocan una carrera armamentista.

El representante ruso, también, ha mostrado su esperanza de que el bloque militar deje su política de “expansión sin sentido”.

En otra parte de sus declaraciones, Grushkó ha instado a EE.UU. a retirar sus armas nucleares del continente verde y ha hecho hincapié en que no hay ninguna razón para que Washington mantenga sus armas nucleares tácticas en la región.

Ha agregado que las armas nucleares de Washington todavía están desplegadas en países no nucleares de la OTAN, en particular en Bélgica, Alemania, Italia, los Países Bajos y Turquía.

“EE.UU. debe sacar estas bombas nucleares de su territorio. Eso podría ser una contribución seria a la estabilidad y la seguridad estratégica en Europa”, ha concluido. 

Las relaciones de Rusia con Occidente se han deteriorado en gran medida, aparentemente, por la crisis de Ucrania.

EE.UU. y sus aliados europeos han impuesto varias rondas de sanciones unilaterales contra el Kremlin, bajo el pretexto de que apoya a los combatientes independentistas en el este de Ucrania (en las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk), una acusación fuertemente rechazada por Moscú.

Una unidad de la artillería ucraniana bombardea las zonas bajo control de los independentistas.

 

Kiev, con la ayuda de Washington, ha lanzado múltiples operaciones militares para aplastar a los independentistas, las que han dejado numerosos civiles muertos.

Según recientes cifras divulgadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH), más de 6100 personas han perdido la vida y más de 15.000 han resultado heridas desde abril de 2014 en Ucrania.

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