El miembro del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Mohammed Nazzal, hizo el sábado estas declaraciones durante una entrevista a la cadena catarí Al Jazeera.
Asimismo, subrayó que el comité tecnocráta deberá mejorar la gestión humanitaria y la gobernanza en Gaza, en medio de los desafíos actuales, tras dos años del genocidio israelí contra los palestinos en el enclave costero.
Tras destacar el compromiso de HAMAS con una transición sin problemas a la segunda fase del acuerdo, Nazzal afirmó que tal fase de las negociaciones aún no ha comenzado debido a “la dilación e intransigencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu”. HAMAS “no desea perturbar el acuerdo”, ha enfatizado.
Al abordar otra disposición acordada durante las negociaciones por HAMAS, que incluía la liberación de los retenidos israelíes, junto con prisioneros palestinos, Nazzal señaló el compromiso del grupo que había llevado al retorno de los cautivos israelíes vivos, así como el regreso de algunos cadáveres.
Nazzal advirtió que la recuperación de los cuerpos solo puede realizarse con equipos especializados y equipos técnicos, ya que algunos de ellos “se encuentran bajo escombros y derrumbes subterráneos en situaciones complejas”, lo que requiere “tecnología avanzada y equipos de rescate especializados”.
Al condenar los intentos de presionar a los palestinos a través del continuo cierre del cruce de Rafah, sita en sur de Gaza, el funcionario pidió a los mediadores que exijan responsabilidades al régimen de Tel Aviv y garanticen que el cruce sea reabierto, de acuerdo a los términos de los acuerdos anteriores.
El acuerdo de alto el fuego en Gaza, se basa en la propuesta presentada por presidente estadounidense, Donald Trump, y contempla la liberación de prisioneros israelíes, la retirada gradual del ejército israelí de la Franja de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria en las zonas afectadas por el conflicto.
Desde el pasado octubre de 2025, Israel desató una guerra genocida contra los palestinos en Gaza que hasta el momento ha asesinado más de 68 116 palestinos muertos y más de 170 200 heridos, según el Ministerio palestino de Salud.
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