El radar de corto alcance de ondas superficiales sobre el horizonte Podsolnukh (girasol, en español) “puede detectar, rastrear e identificar de una manera simultánea a 100 blancos aéreos en un modo automático”, reportó el viernes el portal GlobalSecurity.
De acuerdo al medio, el Podsolnukh puede detectar objetos en la superficie marítima y también en el espacio aéreo a una distancia máxima de 500 kilómetros. Este sistema solo requiere de tres personas para su funcionamiento.
Hay otra ventaja adicional de la que dispone este tipo de radares: sus estaciones de onda corta ven los sigilosos cazas tan claramente como los aviones de la época de la Segunda Guerra Mundial”, subrayó el medio ruso Svobodnaya Pressa, en referencia a los avanzados aviones de combate estadounidenses F-35, diseñados para evitar ser detectado por cualquier radar.
“Hay otra ventaja adicional de la que dispone este tipo de radares: sus estaciones de onda corta ven los sigilosos cazas tan claramente como los aviones de la época de la Segunda Guerra Mundial”, subrayó el medio ruso Svobodnaya Pressa, en referencia a los avanzados aviones de combate estadounidenses F-35, diseñados para evitar que sean detectados por cualquier radar.
Actualmente, Rusia tiene activas tres estaciones de Podsolnukh en el mar de Ojotsk, mar de Japón y el mar Caspio. El Ministerio ruso de Defensa planea desplegar varios de estos sistemas en el Ártico, así como en las fronteras sureñas y occidentales del país.
Tras el desplome de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991, Rusia, a raíz de los problemas económicos que afrontó en aquel entonces, frenó sus programas de desarrollo militar, en especial, en el campo aéreo.
Transcurrida una década y con la llegada al poder del actual presidente ruso, Vladimir Putin (en 2000), Moscú se ha dedicado a acelerar la reconstrucción y reforzar sus fuerzas militares.
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