El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, aprovecharon el Foro Económico de Oriente inaugurado el viernes en la ciudad rusa de Vladivostok para discutir las divergencias entre ambos países, enfrentados desde hace siete décadas por la soberanía de las islas Kuriles.
“Vladimir, nosotros somos de la misma generación. Vayamos a demostrar valentía y a asumir responsabilidad, a superar las dificultades y regalar paz para las generaciones futuras (…), vayamos a cerrar este duro capítulo de 70 años y juntos iniciemos una nueva era de las relaciones bilaterales, que duraría para otros 70 años", ha dicho este sábado Abe en el Foro Económico del Este, según la agencia noticiera rusa Tass.
Vladimir, nosotros somos de la misma generación. Vayamos a demostrar valentía y a asumir responsabilidad, a superar las dificultades y regalar paz para las generaciones futuras (…), vayamos a cerrar este duro capítulo de 70 años y juntos iniciemos una nueva era de las relaciones bilaterales, que duraría para otros 70 años", ha dicho el primer ministro nipón, Shinzo Abe
"Las relaciones entre nuestras economías no son competitivas, sino que son complementarias entre sí. Sugiero que juntos pensamos en el futuro con el fin de desencadenar la oferta y la demanda", ha agregado Abe.
Por su parte, Putin, al comentar la disputa territorial sobre las islas Kuriles, señala que es de vital importancia un alto nivel de confianza entre ambos países para llegar a una fórmula que haga posible que ninguno de los dos se sienta vencido.
"Es una solución difícil pero sí es posible encontrarla", subrayó Putin.
Esta reunión en la costa rusa del Pacífico, la segunda en menos de cuatro meses, ha servido para confirmar la aplazada visita de Putin a Japón, que tendrá lugar el próximo 15 de diciembre.
Rusia y Japón continúan enfrentados desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) por la soberanía de algunas islas en el archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai).
Tokio basa su demanda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia en 1855.
Moscú, en cambio, alega, según acuerdos internacionales, que estas islas fueron traspasadas a la antigua Unión Soviética (URSS) tras la II Guerra Mundial, y por tanto sostiene que dichos territorios pertenecen a la Federación Rusa como sucesora legal de la URSS.
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