“La detención de activistas que apoyan a Palestina y su traslado a la prisión de Ketziot, junto con el trato despectivo del ministro de Seguridad Interna israelí hacia ellos, constituye otro indicio del colapso moral del régimen israelí”, ha afirmado este sábado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Esmail Baqai.
Baqai ha destacado la participación de ciudadanos de 47 países en esta campaña humanitaria, cuyo objetivo es romper el injusto bloqueo impuesto a Gaza y denunciar el genocidio contra el pueblo palestino.
Además, ha subrayado que el traslado de los detenidos de la Flotilla Sumud a Ketziot representa un recordatorio del trato inhumano y las torturas a las que son sometidos los prisioneros palestinos en esa cárcel.
El portavoz ha resaltado la urgencia de que todos los gobiernos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) respalden esta iniciativa, exigiendo la rendición de cuentas de Israel y la liberación inmediata de los activistas detenidos.
Al concluir, el vocero de la diplomacia persa ha expresado su profunda repulsión ante la continua protección de Estados Unidos y otros países occidentales al genocidio palestino, subrayando que todos los gobiernos tienen una responsabilidad legal y ética de detener el genocidio y garantizar el enjuiciamiento y castigo de los responsables de estos crímenes.
Israel ha interceptado la Flotilla Global Sumud, que intentaba romper el bloqueo impuesto a la Franja de Gaza y que había acaparado la atención internacional como una de las mayores misiones de ayuda humanitaria por vía marítima al enclave palestino.
La Flotilla Sumud, que transportaba a unos 500 activistas a bordo de casi 44 embarcaciones, fue abordada por fuerzas israelíes el miércoles por la noche cerca de las aguas territoriales de Gaza. Los activistas a bordo fueron detenidos y trasladados a los territorios ocupados.
Las protestas internacionales en respuesta al abordaje de las embarcaciones continúan en numerosas ciudades del mundo, en muestra de solidaridad con los activistas y en condena al bloqueo de la ayuda humanitaria hacia Gaza, donde millones de civiles enfrentan una grave hambruna y carecen de bienes básicos para sobrevivir.
Amnistía Internacional, junto con diversas organizaciones de derechos humanos, ha exigido la liberación inmediata e incondicional de la tripulación y ha responsabilizado al régimen de Israel de garantizar la seguridad de los detenidos, evitando cualquier forma de maltrato hasta su liberación. La flotilla tenía como objetivo romper el bloqueo israelí y entregar ayuda humanitaria esencial a la Franja de Gaza.
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