El 23 de julio de 1952, el denominado movimiento de oficiales libres efectuó un golpe de Estado con el fin de salvar la honra del Ejército tras la derrota sufrida por Egipto en la guerra del 48 contra el régimen de Israel. El golpe de mando capitaneado por Gamal Abdel Nasser, condujo al derrocamiento del rey Faruk I y se transformó en una reacción anticolonialista. Los egipcios han conmemorado este jueves aquella rebelión y los valores asociados a ella.
El acto principal de celebración tuvo lugar en la sede del partido naserista El Karama al que acudió el ex candidato presidencial Hamdín Sabbahi. Prominente figura política, su influencia quedó mermada tras el ascenso al poder de Abdel Fatah al-Sisi. El ex Jefe de las Fuerzas Armadas, quien visitó recientemente a las tropas egipcias en el Sinaí vestido de militar, ha sido acusado reiteradamente de sofocar a la oposición. Los que se rebelan ahora contra su autoridad lamentan que el Ejército controle la economía y la política del país. Centenares de ellos están entre rejas o han desaparecido.
Tachada también de inconstitucional por los agentes sociales, la nueva ley antiterrorista ha sido elaborada para poner freno a un mal que no hace sino agravarse. El goteo de muertos es constante en atentados como el de este jueves en el Sinaí: 4 soldados fallecieron en un ataque perpetrado por la rama egipcia del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Stand UP: Egipto ha conmemorado el aniversario de la revolución que acabó con la monarquía sin grandes celebraciones. El azote del terrorismo, las denuncias sobre la represión del Gobierno y hasta una tragedia fluvial que ha dejado al menos 20 muertos han empañado la señalada fecha.
Rocío López, El Cairo.
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