Las advertencias de los científicos sobre las consecuencias del cambio climático siguen aumentando. Mientras acuerdos internacionales como el de París tratan de controlar la situación, ciertos gobiernos renuncian a su compromiso.
La noticia se produjo a principios de junio, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump dijo que el acuerdo motivaba la pérdida de 2,7 millones de puestos de trabajo al año. El segundo mayor emisor del dióxido de carbono (CO2) tras China, EE.UU., renunció a su compromiso de reducir un 25 % sus emisiones hasta el año 2025.
En 2015, 195 países firmaron el Acuerdo de París. Este fija un plan de acción mundial que pone un límite al calentamiento global muy por debajo de los 2 grados centígrados.
Irán aparece como el décimo país entre las naciones con más emisiones de CO2, lo que provoca numerosos problemas medioambientales relacionados con la contaminación del aire y el agua. Ahora, la pregunta es qué hace la República Islámica de Irán con el fin de superar estos problemas causados por dichas emisiones peligrosas.
Irán, como signatario de este acuerdo, ha llevado a cabo programas especiales. Irán había declarado que las sanciones obstaculizan sus esfuerzos en la lucha contra el calentamiento global y la contaminación, pues le privan de tecnologías y el conocimiento necesario en este campo.
Para 2030, Irán se ha planteado reducir las emisiones un 4 por ciento, y de levantarse las sanciones podrá disminuir otro 8 por ciento, es decir un 12 por ciento en total.
Samaneh Kachui, Teherán.
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