En declaraciones pronunciadas el martes en una reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) para conmemorar el décimo aniversario del ‘Día Internacional de Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio’, el representante permanente ante la ONU, Amir Said Iravani, subrayó que el silencio no puede borrar ni el genocidio ni el sufrimiento de sus víctimas.
Precisó que el mundo debe actuar decisiva, colectiva y de inmediato para poner fin al crimen de genocidio, especialmente el que practica Israel contra los palestinos, y proteger la dignidad de las víctimas.
“Reiteramos nuestro más alto nivel de compromiso para combatir y prevenir el crimen de genocidio”, enfatizó Iravani y resaltó que la República Islámica, como copatrocinadora de la resolución que estableció esta efeméride, rindió homenaje a todas las víctimas cuyo sufrimiento “obliga a la comunidad internacional a actuar con certeza y claridad moral”.
Al respecto, reiteró que prevenir el genocidio y castigar a sus perpetradores dondequiera y cuando se requiera constituye una obligación vinculante arraigada en el derecho internacional y una responsabilidad compartida por todas las naciones.
El embajador iraní destacó que la Corte Internacional de Justicia (CPI) ha calificado de genocidio lo ocurrido contra el pueblo palestino en Gaza, donde las operaciones militares del régimen sionista han causado asesinatos y daños graves sin precedentes, un asedio total y hambruna, y la destrucción de los sistemas de salud y educación, además del registro de violencia sexual y tortura generalizadas.
“Tales crímenes no pueden justificarse, minimizarse ni ocultarse”, afirmó el representante iraní en la ONU y llamó a hacer frente al papel de algunos medios de comunicación occidentales, que han ayudado a justificar estas acciones genocidas, distorsionando y utilizando un lenguaje inhumano.
El régimen israelí lanzó el genocidio en octubre de 2023 después de una histórica operación de la Resistencia palestina contra los territorios ocupados en respuesta a décadas de ocupación y agresión israelíes. La guerra se ha cobrado hasta ahora la vida de unos 70 400 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
Entre estas víctimas figuran cientos de palestinos que han muerto desde principios de octubre, cuando se firmó un alto el fuego entre el régimen de Tel Aviv y el movimiento palestino HAMAS.
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