En un comunicado publicado este miércoles, la Tesorería británica ha actualizado la lista de sus sanciones poniendo nuevas personas y entidades como objeto de congelación de activos y restricciones financieras debido a sus “vínculos con el programa nuclear iraní”.
El comunicado también ordena a los bancos e instituciones financieras a congelar las cuentas y los recursos económicos de los nuevos sancionados y detener cualquier transacción con ellos.
Según el anuncio, se han añadido 121 nuevos nombres a la lista de sanciones, incluyendo a diversas personas físicas y jurídicas. Entre los sancionados figuran funcionarios y expertos de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) y comandantes del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), empresas afiliadas a la industria de defensa, centros de investigación y varios bancos iraníes, incluido el Banco Sepah.
La lista negra británica incluye también centros afiliados a la OEAI en Isfahán, Natanz y Karaj, algunas compañías financieras y navieras, varias empresas industriales y de investigación, incluidas Novin Energy y Mesbah Energy, así como gerentes y expertos relacionados con el programa nuclear pacífico de Irán.
La Tesorería del Reino Unido ha dispuesto unilateralmente que las instituciones financieras deben congelar los activos de las personas y entidades indicadas en su lista e informar sobre cualquier transacción o servicio financiero que les presten. Advierte de que el incumplimiento de estas regulaciones o los intentos de eludirlas podrían acarrear consecuencias penales.
La medida se produce pocos días después de que la troika europea, es decir Francia, el Reino Unido y Alemania, activaran el mecanismo de “reinicio rápido” (snapback), que permite reimponer las sanciones de la ONU contra Irán, levantadas en virtud del acuerdo nuclear de 2015, acusando a Teherán de incumplir el pacto.
La República Islámica de Irán ha rechazado la acción unilateral de tres países europeos por carecer de validez jurídica y ha subrayado que E3 pretende ejercer presión política sobre Irán abusando de esta herramienta.
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Irán ha enfatizado repetidamente que el programa nuclear del país es de naturaleza puramente pacífica y que el uso instrumental de snapback no solo es ilegal, sino también una medida politizada e ineficaz.
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