“La intervención y dos décadas de presencia militar de Estados Unidos en Afganistán no han dejado más que calamidades e inseguridad”, ha subrayado el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abás Araqchi, durante la reunión cuadrilateral con sus homólogos de China, Pakistán y Rusia en Nueva York.
El jefe de la diplomacia iraní ha recalcado que Teherán ha defendido firmemente el principio de la no injerencia en asuntos internos y ha reiterado el derecho del pueblo afgano a decidir su futuro político, económico y social sin imposiciones extranjeras.
Araqchi ha denunciado que, pese a algunos esfuerzos de las autoridades afganas, el país sigue afrontando graves desafíos de seguridad, crisis humanitaria y fragilidad económica, con repercusiones directas para toda la región.
El ministro ha recordado que la ayuda humanitaria internacional ha sido insuficiente y ha exigido la liberación inmediata y sin condiciones de los activos financieros afganos bloqueados en el extranjero.
En cuanto a la seguridad, ha advertido que la permanencia de grupos extremistas en Afganistán representa una amenaza para los vecinos, y ha pedido a las autoridades medidas verificables y firmes contra el terrorismo.
Araqchi ha enfatizado que, a pesar de las sanciones y del costo de acoger a millones de afganos, Irán ha cumplido sus responsabilidades humanitarias, pero no puede cargar en solitario con el peso de la crisis.
Finalmente, ha condenado cualquier intento de reinstalar bases militares extranjeras en Afganistán, al considerarlo una violación de la soberanía del país y un peligro para la paz y la estabilidad regional.
mep/ncl