“Lo que los estadounidenses quieren es el mismo plan israelí”, ha afirmado este jueves una fuente política informada en una entrevista al corresponsal de Press TV.
Asimismo, ha detallado que Washington, en lugar de llevar a cabo un ataque militar, busca “políticamente que Irán renuncie voluntariamente a su independencia nuclear”.
La fuente ha detallado que las autoridades estadounidenses han incrementado sus “demandas sin presentar un plan concreto ni una promesa de levantar las sanciones”, a pesar de las flexibilidades y cooperaciones mostradas por Teherán en las últimas negociaciones.
“Esta es exactamente la evaluación que existía desde el principio: que las negociaciones son una trampa cognitiva tendida por la Administración de Trump, con una división de tareas entre Estados Unidos y el régimen sionista”, ha añadido la fuente.
La quinta ronda de conversaciones se llevará a cabo este viernes, luego de que Steve Witkoff, enviado especial del presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmara en una entrevista con ABC News que el nuevo acuerdo tiene una línea roja muy clara: el “enriquecimiento”.
Desde la primera quincena de abril comenzaron los diálogos indirectos entre Teherán y Washington en Mascate, la capital de Omán, en medio de repetidos cambios en la postura estadounidense, lo que ha llevado a los funcionarios iraníes a criticar las declaraciones “contradictorias” de sus homólogos en Estados Unidos.
Además, durante este período, Washington ha impuesto nuevas sanciones contra la industria petrolera y el programa nuclear iraní, a pesar de las negociaciones en curso.
Washington ha insistido una y otra vez en exigir el “cese total” de las actividades pacíficas de enriquecimiento de uranio de Irán, tratando de etiquetar cualquier nivel de enriquecimiento como una “línea roja”.
Mientras tanto, Teherán ha rechazado firmemente esta postura, subrayando que continuará con su programa de enriquecimiento sin importar el resultado de las conversaciones.
El martes, el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, calificó de “totalmente erróneo” que Estados Unidos insista en que Irán detenga por completo sus actividades pacíficas de enriquecimiento de uranio, y recomendó a la parte estadounidense evitar las “habladurías vanas” sobre las decisiones que, a su juicio, la República Islámica debería o no adoptar.
En este contexto, el canciller iraní, Abás Araqchi, enfatizó que Irán no negociará sobre su programa de enriquecimiento de uranio ni renunciará a este derecho bajo ninguna circunstancia.
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