• Iraquíes se congregan para rendir tributo al líder mártir de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, en Bagdad, 4 de octubre de 2024. (Foto: Xinhua)
Publicada: sábado, 27 de septiembre de 2025 10:23

El líder del grupo iraquí Asaib Ahl al-Haq reafirma su compromiso con los principios del mártir Nasralá al seguir su lucha contra la injusticia y la arrogancia global.

Este sábado se conmemora el primer aniversario del asesinato del secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, en un ataque israelí, el 27 de septiembre de 2024, contra Dahiye, en el sur de Beirut, la capital libanesa.

Con este motivo, Qais al-Jazali, líder del movimiento iraquí Asaib Ahl al-Haq —integrado en las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe)— resaltó en un discurso que Nasralá luchó y resistió en el camino de Dios, siendo recompensado con el martirio, la elevada posición espiritual que anhelaba.

“Mantenerse fiel al enfoque del mártir Nasralá significa adherirse a los principios por los cuales vivió y fue martirizado”, afirmó el dirigente iraquí, tras analizar las posturas del mártir libanés y su papel en el fortalecimiento de la ecuación de la Resistencia.

Asimismo, destacó que Seyed Hasan Nasralá fue “un gran líder, confiable y un hombre honorable que reunió en sí todos los altos valores humanos” y “devolvió la dignidad a los árabes y borró de sus frentes la vergüenza de la derrota ante el enemigo”.

El líder del grupo de la Resistencia de Irak también enfatizó que el mártir Nasralá convirtió la ecuación de la derrota absoluta frente al enemigo sionista en una victoria, devolviendo la esperanza a árabes y musulmanes para la liberación de sus lugares sagrados.

Puso de relieve asimismo que Nasralá se mantuvo firme junto a los oprimidos y los más vulnerables en Palestina, Yemen, Irak, Bosnia y en todo el mundo.

 

En otra parte de su discurso, Al-Jazali describió al mártir Nasralá como una figura clave en la liberación de Irak del dominio estadounidense en 2011, así como en la posterior resistencia contra los grupos takfiríes, como Daesh, en 2014, liderada por los combatientes de Hezbolá, cuya sangre —dijo— “se mezcló con la de los iraquíes”.

El líder iraquí se refirió a la estrecha relación que Nasralá mantenía con Irak, recordando una de sus frases más representativas: “Lo más importante es Irak; si su situación mejora, nosotros también mejoramos”.

Según explicó Al-Jazali, ese vínculo profundo se forjó durante la estancia de Nasralá en la ciudad santa de Najaf, y se fortaleció por sus raíces familiares en la provincia de Babilonia, especialmente en la ciudad de Al-Qasim.

Siguiendo esta misma tónica, añadió que el amor hacia Nasralá trasciende a la persona y se extiende a sus principios y causas.

“Amar a Nasralá significa amar a Palestina y sus lugares sagrados, defender a los oprimidos, mantener el compromiso con las armas de la resistencia y resistir frente a los opresores y ocupantes”, recalcó.

El dirigente iraquí hizo hincapié en que resistencia significa perseverar en la lucha por la justicia, sin importar las dificultades ni los sacrificios.

Al-Jazali cerró su discurso con un mensaje lleno de emotividad en homenaje al líder libanés. “Salve al mártir de la nación islámica, desde su nacimiento, su compromiso con la resistencia, su martirio y su resurrección. Mientras haya vida en nosotros, permaneceremos leales”, expresó.

Tras 32 años de liderazgo incansable, el líder de Hezbolá cayó mártir, el 27 de septiembre de 2024,  junto a otros libaneses, en un ataque aéreo del régimen sionista contra un barrio densamente poblado en el sur de Beirut, capital del Líbano. El masivo bombardeo causó una gran destrucción y el derrumbe de varios inmuebles residenciales.

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