• Ali Akbar Velayati, asesor para Asuntos Internacionales del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Publicada: lunes, 30 de octubre de 2023 19:22

Un funcionario iraní de alto nivel asegura que el genocidio en la Franja de Gaza no habría acaecido, si Estados Unidos y Europa no lo hubiesen apoyado.

“Estados Unidos es el principal promotor y cómplice de los crímenes cometidos por los sionistas en Gaza. Sin el apoyo de Estados Unidos, una entidad llamada régimen sionista no habría sobrevivido más de unas pocas semanas”, ha mencionado Ali Akbar Velayati, asesor del Líder de la Revolución Islámica de Irán, en un discurso durante una conferencia titulada “Gaza, símbolo de la resistencia y el despertar”, celebrada este lunes en Teherán.

Velayati ha dicho que Estados Unidos, Europa, el Consejo de Seguridad y otras organizaciones internacionales y de derechos humanos son cómplices de los crímenes y el genocidio de los sionistas en Gaza y deben rendir cuentas por su rol al respecto. 

El funcionario iraní ha subrayado que los respaldos político, diplomático, financiero y militar de Washington son factores esenciales para la supervivencia del régimen israelí. Además, ha instado al cese inmediato de la violencia en Gaza, el levantamiento del asedio y la entrega de ayuda humanitaria.

Asimismo, ha defendido el derecho de autodefensa de los palestinos y enfatizado que el frente de la Resistencia en la región también toma decisiones y actúa basándose en las circunstancias actuales”.

 

Además, ha advertido sobre las consecuencias adversas para la región y el mundo, si no se reconoce al frente de Resistencia palestina, y ha condenado los crímenes cometidos en Gaza como un claro ejemplo de genocidio porque “violan completamente los derechos humanos”.

Hasta este lunes, el régimen israelí ha matado a 8306 palestinos, incluidos 3457 niños en sus bombardeos contra Gaza, según el Ministerio de Salud palestino. También ha privado a los residentes del enclave costero de agua, electricidad, alimentos y combustible, en un “castigo colectivo” que, según la oenegé Human Rights Watch (HRW), es “un crimen de guerra”.

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