Durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) el martes, Ebrahim Raisi, sosteniendo una copia del Corán, repudió las profanaciones del libro sagrado de los musulmanes en ciertos países occidentales.
El mandatario persa señaló que el Sagrado Corán habla de igualdad entre los humanos, llama a los seres humanos a no aceptar la opresión, y prohíbe cualquier tipo de violencia en las interacciones humanas, asegurando que estos conceptos unificadores y enseñanzas sublimes, inspiradores y humanizadores son eternos y nunca se van a quemar.
“El Corán nunca arde. Es eterno. Es siempre duradero. Cuando la tierra misma desaparece, el Corán permanece. El fuego de los insultos y la falsedad nunca distorsionará la verdad contenida en este libro”, enfatizó Raisi.
El presidente iraní fustigó que la islamofobia, el apartheid cultural presenciados en los países occidentales, la prohibición del hiyab en las escuelas y otras discriminaciones lamentables no están a la altura de la dignidad humana.
“Hay un plan más amplio detrás de este discurso de odio, y reducirlo al principio de libertad de expresión es engañoso”, agregó.
El jefe del Gobierno iraní subrayó la necesidad de que el respeto a las religiones ocupe un lugar destacado en la agenda de las Naciones Unidas.
Además, Raisi afirmó que al mismo tiempo que la guerra contra el Islam, el mundo también está siendo testigo de una guerra contra el marco de la familia, que es un pilar fundamental que sostiene el desarrollo humano.
En este sentido, llamó a todos los líderes religiosos a asumir su responsabilidad histórica de defender la santidad de la familia y a las Naciones Unidas a proteger adecuadamente este marco.
En los últimos meses, se produjeron varios casos de quema del Sagrado Corán en Suecia y Dinamarca. Estos actos blasfemos, que cuentan con la autorización y protección de las autoridades de estos países europeos, bajo el pretexto de las leyes de libertad de expresión, han desatado una ola de ira y condenas en todo el mundo musulmán.
tmv/tqi