“Al menos cuatro instituciones y 15 responsables europeos y estadounidenses que desempeñaron un papel clave tanto en la imposición de sanciones, como en la incitación a la violencia en el país, serán incluidos en la lista negra de terrorismo del Ministerio de Exteriores”, ha anunciado este miércoles el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian.
El máximo diplomático persa ha detallado que la lista de personas e instituciones sancionadas se anunciará en unas horas, y denunciado que éstos cometieron crímenes y actos terroristas contra la nación iraní como lo hizo Daesh.
Ha repudiado la hipocresía de EE.UU. y Europa ante los recientes acontecimientos acaecidos en Irán tras la muerte de Mahsa Amini, joven iraní de 22 años, que falleció el 16 de septiembre en un hospital en Teherán días después de ser detenida por la Policía. “Estos países derramaron lágrimas de cocodrilo para una chica iraní que falleció desgraciadamente y explotaron los sentimientos de la nación iraní para desatar caos y disturbios”, agrega.
Amir Abdolahian ha hecho estas declaraciones durante una rueda de prensa durante una visita a la Fundación EB de Irán —departamento que aborda problemas de pacientes que padecen de epidermólisis ampollar (EB, por sus siglas en inglés)—, una de las más afectadas como resultado de las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos a Irán.
Ha cargado contra el Occidente por utilizar las medidas coercitivas unilaterales como una herramienta para violar los derechos humanos, al tiempo que ha acusado a EE.UU. y Europa de instrumentalizar los derechos humanos.
Las declaraciones del canciller persa se producen después de que la Unión Europea aprobara el lunes un nuevo paquete de sanciones contra 11 individuos y cuatro entidades iraníes, por la supuesta represión de las protestas en Irán tras la muerte de Amini.
Irán tachó de “injerencia” en sus asuntos internos las sanciones de la UE y aseguró que pronto sancionará en reciprocidad a entidades e individuos europeos.
Las autoridades iraníes consideran los disturbios un complot urdido por enemigos —EE.UU., Europa e Israel— para desestabilizar el país y aseguran que contrarrestarán a todo intento de perturbar la paz y el orden público en Irán.
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