En un comunicado publicado este jueves, la Asamblea de Expertos de Irán ha condenado la profanación del sagrado Corán —libro de los musulmanes— en los recientes disturbios ocurridos en el país, así como los incendios en varias mezquitas, el daño a la propiedad pública y privada y el asalto a las fuerzas de seguridad iraníes.
La declaración ha considerado que los referidos actos vandálicos son alentados desde el exterior y advertido sobre los planes maliciosos de los enemigos contra la República Islámica, aunque, ha señalado, fueron neutralizados por la oportuna presencia de los hombres y mujeres iraníes.
“La Asamblea de Expertos, al tiempo que condena las acciones destructivas y expresa su solidaridad con los afectados en estos incidentes, especialmente las familias de los mártires y sobrevivientes de estos disturbios, agradece la moderación y el ingenio del mando policial contra las protestas, y el ataque contra los cuarteles generales de los terroristas por parte del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica [CGRI] de Irán”, ha resaltado.
A modo de colofón, la Asamblea de Expertos ha insistido en la implementación de las leyes y normas islámicas en la sociedad y expresado su pleno apoyo al Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, y el Poder Judicial del país en la persecución de los alborotadores. Además, ha destacado la necesidad de mantenerse vigilantes y neutralizar las siniestras conspiraciones del sistema de dominación y el sionismo global contra la Revolución Islámica de Irán.
En los últimos días, Irán ha sido escenario de incidentes de violencia callejera a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini, después de desplomarse en una estación de policía en Teherán. El incidente provocó que algunos iraníes salieran a las calles pidiendo justicia. Sin embargo, las protestas pacíficas y legítimas fueron secuestradas pronto por matones y alborotadores.
Entretanto, los medios de comunicación occidentales intentaron culpar a los agentes policiales de la muerte de Mahsa buscando desatar la ira contra el sistema de la República Islámica de Irán, recurriendo incluso a manipular la información hasta con montajes de vídeos.
Mientras tanto, miles de los iraníes salieron a las calles de todo el país para reiterar su lealtad a los ideales de la Revolución Islámica.
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